De Saludos y Despedidas
Emociones encontradas, recuerdos, momentos que no volverán.
Llegaste. Me viste. Me desvestiste. Bailamos. La canción terminó. Te fuiste.
Un momento. Corto. Largo. Duró lo que debía. Es lo que quiero creer.
Siempre me gustaron los saludos. Las emociones. Las cosquillas en la panza al verte. Sentarnos. Mirarnos. Y poder pasar así por horas. Hablar de todo y de nada a la vez. Las risas sin parar ( confieso que no me había reído de esa manera, hace tiempo).
Ahora estás sin estar. Lejos pero cerca a la vez. Sabemos que fui tu curso vacacional, de esos a los que uno iba cuando era chiquito, pasaba tiempos maravillosos, pero llegaba a su fin. Y de vuelta a la realidad.
Nunca duró más que un recuerdo.
Y así estamos ahora, viviendo de recuerdos. Botándonos hacia una realidad que a veces es imaginaria. Pero que a su vez existe.
Los tiempos grises. Los mundos de brujas y telarañas han vuelto. Después de todo, ese es mi mundo. Y me he acostumbrado a él. Siempre soy yo la que me quedo.
Pero quiero que esto no sea una despedida, ni un adiós, ni un hasta luego. Quiero que sea por siempre un recuerdo.
De esos que vivirán en mi memoria. De esos que recuerdo y sonrío.
Es la mejor y única manera de sentirte cerca, de saber que no te has ido.
Pese a que para entonces, de ti tal vez yo ya me haya ido.
Garage 
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